América Latina ha mejorado en las últimas décadas muchos de sus indicadores educativos. Es constante el aumento del número de niños y jóvenes que asisten a la escuela, se amplía la cobertura y aumenta la obligatoriedad. Sin embargo, algunos datos muestran que la región aún tiene enormes deudas en relación con la equidad en la calidad y en la provisión del servicio educativo. Si bien los niveles de matriculación han llegado en muchos países a la universalización del nivel primario, la desigualdad educativa tiene amplios y diversos alcances.