La ciencia política ha estado presente desde siempre en los contenidos básicos de la educación argentina, aún sin ser nombrada. De sus temas se esperaba que dotaran a los educadores de conceptos e instrumentos primordiales para transmitir nociones con “claridad” a los estudiantes. Muchos se han preguntado si esto constituía un instrumento de manipulación, inducción, quizás de adoctrinamiento, o simplemente de educación. La enseñanza de la Ciencia Política ha adoptado formas, procesos y contenidos diversos en cada nivel del sistema educativo, y en cada contexto socio-histórico particular. No obstante encontramos recurrentemente contenidos curriculares que incluyen tanto aspectos de la construcción de un cuerpo de conocimientos politológicos como también la reflexión sobre la utilidad práctica de los conceptos y abstracciones que diferencian los campos del conocimiento científico de la política de su aspecto práctico. En el presente capítulo, nos detendremos a analizar estas apariciones teniendo en cuenta los acuerdos curriculares alcanzados en cada momento histórico y en diferentes niveles de la educación, en el marco de las diversas regulaciones y reformas educativas que se desarrollaron en el sistema educativo argentino. Debemos aclarar que la ciencia política como disciplina, se incorporó dentro del currículum de la educación media y superior no universitaria recién a partir de la reforma educativa de los años ‘90. Sin embargo, se pueden rastrear temas propios de su campo disciplinar dentro de los contenidos de la educación a lo largo de la historia del desarrollo del sistema educativo argentino.

Los manuales escolares de ciencias sociales en la educación argentina, han sido y son instrumentos primordiales para transmitir conceptos que se pretenden claros para los estudiantes. La hipótesis sustentada es que los libros de texto de ciencias sociales que son utilizados en los niveles primarios y medio, pretenden determinar a futuro las concepciones que los niños-adolescentes tendrán sobre su sociedad. Mediante este tipo de herramientas se crean valores y se establecen elementos para concretar procesos constitutivos que llevan a cabo los gobiernos. Para comprobarla se analiza el tratamiento del concepto de Estado, población, nación, territorio y frontera en diferentes textos escolares durante el siglo XX. Así se comprueba que el Estado ocupa un lugar central en los manuales de geografía y de historia al ser presentado como un actor natural, nacional, homogéneo y unívoco. Por ello se considera que es preciso revisar en qué contexto y bajo qué políticas fueron confeccionados los textos utilizados en el ámbito escolar para, al elegirlos y leerlos, prestar atención y seleccionarlos desde su toma de posición.